Happy New Year!  I think most of us were quite happy to say goodbye to 2020 and welcome a New Year of hope.

For those of you who suffered greatly in 2020 (loss of loved ones to COVID-19, contracting a severe case of COVID-19 yourself, loss of employment, permanently closing a small business, etc.), I pray that God will help you in the New Year to find healing and the way forward in your life.

For all of us, the long view for this New Year is quite hopeful even as the near term is difficult.  We need to work particularly hard over the next few weeks to bring down COVID-19 hospitalizations.  But vaccines are already here, and more are on the way!  (Click here for the updated statement from the California Catholic Conference about “Catholic Moral Teaching and Tradition on COVID-19 Vaccines.”)

My prayer for all of us is that we will recognize God’s loving care and guiding hand, especially in the coming months as we have the opportunity to quell COVID-19 and return to some normalcy.  With God’s help and our commitment to do our part in this effort, this New Year of hope can become happier with each passing day.

¡Feliz Año Nuevo! Creo que la mayoría de nosotros nos alegramos de despedirnos de 2020 y dar la bienvenida a un Año Nuevo de esperanza.

Para aquellos de ustedes que sufrieron mucho en 2020 (pérdida de seres queridos por COVID-19, contraer un caso severo de COVID-19 usted mismo, pérdida de empleo, cerrar permanentemente una pequeña empresa, etc.), oro para que Dios los ayude en el Año Nuevo para encontrar la curación y el camino a seguir en su vida.

Para todos nosotros, la perspectiva a largo plazo para este Año Nuevo es bastante esperanzadora, aunque el corto plazo es difícil. Necesitamos trabajar particularmente duro durante las próximas semanas para reducir las hospitalizaciones por COVID-19. Pero las vacunas ya están aquí, ¡y hay más en camino! (Haga clic aquí para ver la declaración actualizada de la Conferencia Católica de California sobre "Enseñanza y tradición de la moral católica sobre las vacunas COVID-19".)

Mi oración por todos nosotros es que reconozcamos el cuidado amoroso y la mano guía de Dios, especialmente en los próximos meses, ya que tenemos la oportunidad de sofocar el COVID-19 y volver a la normalidad. Con la ayuda de Dios y nuestro compromiso de hacer nuestra parte en este esfuerzo, este Año Nuevo de esperanza puede volverse más feliz con cada día que pasa.