Aunque las noticias sobre el coronavirus en todo el país generalmente no son buenas, aquí, en el sur de California, los expertos en salud pública son cautelosamente optimistas de que nuestros números de coronavirus se estancan.
Estoy agradecido de que, a diferencia de las medidas de quedarse en casa en marzo-mayo, bajo las medidas actuales de quedarse en casa, aquellos que eligen reunirse afuera para adorar pueden hacerlo. Aquí en OLG, me ha impresionado cómo aquellos de ustedes que asisten a Misas públicas y otros servicios fuera del campo escolar lo han hecho de manera segura y con consideración por los demás, manteniendo el distanciamiento físico y el uso de máscaras. Al hacerlo, estamos dando testimonio del cristianismo auténtico, pensando en el otro en lugar de solo en nosotros mismos y cuidando el uno al otro. Ciertamente, Dios nos está guiando y ayudando en este viaje a través de la pandemia del coronavirus, pero no sin que cada uno de nosotros haga lo que podamos para frenar la propagación del coronavirus.
Mientras tanto, día a día nos acercamos un poco más a tener vacunas que finalmente nos sacarán de la pandemia de coronavirus y volverán a la normalidad. Oremos al Espíritu Santo para que continúe derramando sus dones de sabiduría y ciencia sobre los científicos que trabajan en estas vacunas, y continúe derramando su don de fortaleza sobre cada uno de nosotros para ser persistentes en hacer lo que podamos durante este tiempo (distanciamiento físico, el uso de máscaras, etc.). Dios nos guiará y nos ayudará, pero cada uno de nosotros también debe hacer nuestra parte. ¡Vamos a vencer al coronavirus, pero solo juntos!