I voted by mail a couple of weeks ago and received confirmation from the Registrar of Voters (through the voter app) that my ballot had been received and will be counted.  I feel great!  First of all, I feel great about doing my civic and moral duty to vote.  Unlike some of you, I am not a military veteran, much less have I made the ultimate sacrifice to help give birth to our nation or defend its freedoms, including the right to vote and participate in our democratic process.  But I can express both my patriotism and my Christian discipleship by becoming informed about the issues and then voting.  (See below for information provided by the U.S. bishops and the California Catholic Conference to help Catholics prepare to vote.)  So I feel great about exercising my freedom to participate in our American democracy and reflecting, one vote at a time, our Catholic Christian values in our laws and public policy.

But there is another reason I feel great about having voted:  I am done with Election 2020!  Now, every time I hear a mean-spirited political discussion or see a negative campaign ad on television, I just tune it out.  I no longer have to prepare to vote, because I already have!  So I can just tune out of all the negativity and think of positive things (such as fields of beautiful flowers, or angels playing harps, or a huge piece of cherry pie ala mode that will not raise my blood sugar).   As many of you know, I am a political junky (I have a bachelor’s degree in political science), so I would be disingenuous to say that I am completely tuning out the election.  But every time I feel myself becoming depressed or going to a dark place because of the negativity and divisiveness of some of the campaigns, I tune it out.  And I am so much happier being able to do so now that I have already voted.

Of course, we should never stop praying, and we need to pray for our candidates and our nation especially during this time.  Let us not forget Jesus’ own personal experience of how evil and twisted our earthly politics can become:  Jesus’ crucifixion happened in the context of the politics among the Roman governmental officials and religious leaders of that time and place.   But then what happened that first Easter?  Jesus rose above it all, literally and figuratively.  In the same way, the Risen Christ is ready to help us carry our crosses through the remainder of this Election 2020 and then to raise us above it all, to post-election love, joy and peace.  We just have to keep Jesus close during this time, and always!

Voté por correo hace un par de semanas y recibí la confirmación del Registrador de Votantes (a través de la aplicación para votantes) de que mi boleta fue recibida y será contada. ¡Me siento genial! En primer lugar, me siento muy bien por cumplir con mi deber cívico y moral de votar. A diferencia de algunos de ustedes, no soy un veterano militar, ni he hecho el máximo sacrificio para ayudar a dar a luz a nuestra nación o defender sus libertades, incluido el derecho a votar y participar en nuestro proceso democrático. Pero puedo expresar tanto mi patriotismo como mi discipulado cristiano informándome sobre los problemas y luego votando. (Consulte a continuación la información proporcionada por los obispos de EE. UU. y la Conferencia Católica de California para ayudar a los católicos a prepararse para votar). Por eso, me siento muy bien por ejercer mi libertad de participar en nuestra democracia estadounidense y reflejar, un voto a la vez, nuestros valores cristianos católicos. en nuestras leyes y políticas públicas.

Pero hay otra razón por la que me siento bien por haber votado: ¡he terminado con las elecciones de 2020! Ahora, cada vez que escucho una discusión política mezquina o veo un anuncio de campaña negativo en la televisión, simplemente lo desconecto. Ya no tengo que prepararme para votar, ¡porque ya lo hice! Así que puedo desconectarme de toda la negatividad y pensar en cosas positivas (como campos de hermosas flores, ángeles tocando el arpa o un gran trozo de tarta de cerezas con helado que no me elevará el nivel de azúcar en la sangre). Como muchos de ustedes saben, soy un adicto a la política (tengo una licenciatura en ciencias políticas), por lo que sería poco sincero si dijera que estoy desconectando completamente las elecciones. Pero cada vez que siento que me deprimo o me voy a un lugar oscuro debido a la negatividad y la división de algunas de las campañas, me desconecto. Y estoy mucho más feliz de poder hacerlo ahora que ya he votado.

Por supuesto, nunca debemos dejar de orar, y debemos orar por nuestros candidatos y nuestra nación, especialmente durante este tiempo. No olvidemos la experiencia personal de Jesús de cuán malvada y retorcida puede llegar a ser nuestra política terrenal: La crucifixión de Jesús sucedió en el contexto de la política entre los funcionarios gubernamentales romanos y los líderes religiosos de ese tiempo y lugar. Pero entonces, ¿qué pasó esa primera Pascua? Jesús se elevó por encima de todo, literal y figurativamente. De la misma manera, Cristo Resucitado está dispuesto a ayudarnos a llevar nuestras cruces durante el resto de esta Elección 2020 y luego a elevarnos por encima de todo, al amor, la alegría y la paz postelectorales. Solo tenemos que mantener a Jesús cerca durante este tiempo, ¡y siempre!